El Papa Francisco ante un México de Fe consiente

2016 – 02 – 05

Publicado en: «La Crónica de Hoy»

Ante la visita del Papa Francisco a México es notable la efervescencia por demostrarle la renovación de votos de fe al jerarca máximo de la iglesia católica por parte de sus seguidores. Es de destacar también la evolución de la fe del mexicano de como ha pasado de ser una fe ciega; por ende, de fácil manipulación, a una fe consiente que se ha re encontrado con sus raíces ancestrales; es decir, una fe que discierne, razona y se entrega al fluir del Ser. Para consolidar esa fe consiente me gustaría compartir algunas reflexiones.

Uno de los dogmas que sostiene la Fe católica es el retorno de Jesús en los tiempos cúspides de la batalla entre la luz y la obscuridad, por tal motivo el papa es un representante en la Iglesia de Jesús en tanto llegue el momento de su retorno. Imaginar ese momento siempre ha resultado una incógnita, que pasaría si una persona se presentara como el retorno de Jesús en las puertas del Vaticano y le diera las gracias al Papa por haberlo representado, pero que ahora, es él quien debe conducir los destinos de la iglesia. Hay quienes interpretan que Jesús logró alcanzar una conciencia Cística, un estado evolucionado del ser humano donde se puede vivir en paz cumpliendo la misión de vida dentro del orden universal y que

Su mensaje fue una enseñanza para todo aquel que buscase ese mismo estado de conciencia. En México ha crecido la idea de poder alcanzar de forma colectiva esos niveles de conciencia, inclusive en grupos católicos y cristianos ha despertado la noción de aceptar a Jesús en su ser, dejarlo actuar en sí y así elevarse a los mismos planos de desarrollo que él logró, en una especie de retorno colectivo de Jesús. De acuerdo a los descubrimientos físicos matemáticos de los universos fractales, donde el todo está contenido en el uno y el uno expresado en el todo, estas manifestaciones de un retorno colectivo del mesías parecen cada vez más acertadas. En este sentido, México, más que un lugar, se convierte en un Estado de conciencia, al que el Papa puede compenetrarse en este proceso del retorno de la salvación. Imaginemos ahora a ese Jesús que retorno expresado en una colectividad en su encuentro con el Papa.

También Francisco ha sido líder en la protección de la naturaleza y es precisamente en México donde se creó uno de los procesos sincréticos más relevantes de como concebirla, pues la Guardiana del Cerro del Tepeyac para los mexicas es la Tonanzin, la Madre Tierra y que con la adopción del catolicismo pasó a convertirse en la Virgen de Guadalupe. El Papa, en su encíclica, ha rescatado el concepto del Planeta Tierra como una gran Madre, la Madre Tierra, completando así el proceso del Mestizaje. Así como los mexicas incorporaron a la iglesia católica, ahora la iglesia adopta la Cosmogonía indígena. Estos planteamientos revolucionarios son, no sólo un cambio de paradigma, es la transmutación de la conciencia. Si se acepta a la Tierra como un ente sagrado como lo conciben los indígenas podemos entender el daño y la trasgresión que se ha generado, es como si de repente usáramos las iglesias, mezquitas, monasterios o sinagogas de basurero. Lo fantástico de esta transmutación es la posibilidad de sanar y redimir el daño hecho al comprender que al final del camino hemos llegado a un mismo destino y que es el momento de salvar lo humano y con ello la naturaleza a la cual pertenece. En síntesis, uno de los papas más consientes vendrá al encuentro de un colectivo de fe consiente. Son buenos tiempos los que nos tocan vivir.

“Si la gente que profesa la fe, la practicaría, este mundo sería mayoritariamente menos hipócrita.”

Rorka