El futuro se debate entre el biocentrismo y el tecnocentrismo

Los grandes procesos de cambio de era a lo largo de la humanidad se generan a partir de las revoluciones en los sistemas de pensamiento. Actualmente vivimos el colapso del sistema de pensamiento del antropocentrismo; es decir, el ser humano en el centro.

El antropocentrismo fue la respuesta al colapso del Teocentrismo; es decir Dios en el centro, dónde todo partía y se explicaba a partir de la concepción de Dios, por ejemplo la existencia de reyes se explicaba porque eran designados directamente por Dios o las leyes las dictaba Dios a sus profetas o hierofantes. Con la llegada del Renacimiento con epicentro en Europa, los grandes pensadores y genios de la época llegaron a la conclusión de que había que sustituir ese sistema de pensamiento y finalmente el que surgió como el dominante fue el Antropocentrismo y desde entonces todo es de y para el ser humano; así surgen los Estados Nación en la que quien pone a sus dirigentes es la gente y así mismo son las personas vía sus órganos de representación las que hacen las leyes.

El antropocentrismo nos llevo al extremo del egoísmo que enfermo al planeta, a la inmensa mayoría de las personas y como todo cumplió su ciclo, sin embargo todo apunta a que ahora la humanidad se debate entre dos sistemas de pensamiento; el bicentrismo (la vida en el centro) o el tecnocentrismo (la tecnología en el centro).

El biocentrismo implica ya no ver al ser humano en la pirámide de la creación facultado para tomar y poseer al resto de especies y elementos de la naturaleza a su placer, por el contrario se entiende como una especie más dentro del ecosistema y se armoniza en el entorno natural; por ejemplo leyes como los derechos de la naturaleza, la implementación de huertos caseros o urbanos, ecotecnias, etc que a su vez constituyen una propuesta poderosa para tener una vida en salud plena, con menos enfermedades y afrontar retos como el cambio climático o las pandemias.

Por el otro lado el tecnocentrismo también se presume a si mismo como la solución a todo problema humano o simplemente facilitándole la vida. Por ejemplo el proyecto SarCovex de Bill Gates que consta en enfriar el planeta para reducir el cambio climático a través de geoingeniería espacial o los proyectos de Neuralink de Elon Musk para instaurar chips en el cerebro que eventualmente podrían llevar a qué la gente descargue apps y puedan hablar otros idiomas, hacer un dictado a una computadora con tan solo pensarlo o que decir de considerar al cuerpo humano natural como algo inferior o vulgar si es que no tiene las supuestas defensas de la tecnología de las vacunas. En el tecnocentrismo antes de considerar que algún río tuviese cualquier tipo de derecho, se empieza a preocupar más por la defensa de las máquinas.

En esta compleja dialéctica yo me inclino hacia biocentrismo que use a la tecnología para alcanzar los propósitos de volver a armonizar al humano con la naturaleza. No quisiera ver un día a los robots luchando por experimentar una vida en un cuerpo biológico humano, aquel que el humano desprecio, descuido y modifico para ser como una máquina