Día de la Raza “cósmica”

2015-16-10

Publicado en: La Crónica de Hoy

Este lunes 12 de octubre conmemoramos 523 años del día de la raza, el momento del encuentro entre los colonizadores españoles y los pueblos cultos de América. Con el paso de los años, se han levantado diversas polémicas respecto a la festividad y este hecho es el que algunos filósofos han situado como el origen de un “complejo de inferioridad” de los mexicanos. Al respecto Leopoldo Zea señala “nos sentimos disminuidos, reducidos, sin más posibilidad que ocultarnos hipócritamente o exhibirnos cínicamente. ¿Desde cuándo se han hecho patentes esos sentimientos? ¿Cuándo empezó el mexicano a sentirse inferior, insuficiente o resentido?” Este complejo lo hemos venido arrastrando desde la conquista generando una especie de trauma; sin embargo, este trauma no radica en el hecho en sí mismo, sino en cómo lo hemos venido contando de generación tras generación, como cuchillito de palo. Si bien no se puede cambiar la historia, si la interpretación de esta, el proceso por el cual se pudieran mezclar las razas que hoy conforman el amplio y maravilloso mestizaje mexicano; la raza cósmica diría José Vasconcelos sobre la que afirma es “la raza síntesis o raza integral, hecha con el genio y con la sangre de todos los pueblos y, por lo mismo, más capaz de verdadera fraternidad y de visión realmente universal”. En los años que fueron escritos estos renglones muchos escépticos interpretaban sus palabras como aspectos meramente metafísicos; sin embargo, hoy la epigenética demuestra que la teoría de la raza síntesis es científicamente cierta. 

De acuerdo a un artículo publicado en la revista de divulgación de ciencia de la UNAM, escrito por Verónica Guerrero Mothelet, al estudiar “componentes epigenéticos de cuarenta parejas de gemelos de edades que iban desde los tres o setenta y cuatro años, los investigadores, encontraron que, en promedio, el grado de metilación del ADN variaba significativamente en una tercera parte de los gemelos, incrementándose conforme aumentaba la edad de los individuos. Así, puede ser que con el paso del tiempo uno de los gemelos contraiga diabetes y el otro no, por ejemplo. Las emociones y vivencias de los sujetos también pueden propiciar  epigenéticos… el estrés social crónico puede alterar la cromatina… estos cambios llegan a afectar rasgos fisiológicos y conductuales de los individuos y, además de transmitirse a nivel celular cuando las células se duplican, pueden transmitirse a la descendencia”. Esto quiere decir que todas las razas que componen el ADN mexicano, más todos los estímulos y vivencias, que estas experimentaron, están integradas en la sangre mestiza, desde las razas originarias América,  como las que cruzaron por el estrecho de Bering, provenientes de Asia, también árabes, godos, romanos, hebreos, que llegaron de Europa con la conquista, así como los africanos que fueron obligados a venir, más toda la mezcla que se ha venido dando los últimos siglos.  Podemos entonces afirmar en términos epigenéticos, que somos capaces de activar todos los genes, que así deseemos a través de nuestras emociones y conductas,  así como desactivar toda la información que no queremos que se transmita a las siguientes generaciones.

Los Doctores Joseph Elias y Cristiane Mellemans sostienen “de un modo u otro el complejo de inferioridad del mexicano es absurdo e ilógico. Y debe ser superado mediante una especie de psicoanálisis colectivo. El mexicano debe ser hecho consciente de su importante papel en la Historia. Y, de acuerdo con ello, debe asumir su responsabilidad en el futuro”, el mexicanao cuenta con todas las potencialidades para inspirar una cultura verdaderamente fraterna, en estos tiempos de caos y desvarío, despertemos al gigante dormido en nuestro ADN.

Co – creación de la semana

Dejemos florecer a la raza cósmica

“Somos energía y el mexicano es energía enchilada”

Rorka